viernes, 29 de febrero de 2008

El nombre Inti Illimani (por Pedro Yáñez)



Recuerdo nuestra visita al programa radial que tenía "Chino Urquidi" (director del grupo "Los 4 cuartos) en radio Santiago, los que contestaban las preguntas eran Jorge y Horacio, (de verdad yo no me atrevía a hablar, era algo que estaba aprendiendo gracias al conjunto). luego interpretamos algunas canciones y yo toqué en solo de guitarra "El Tulumbano" composición de Yupanqui, con ritmo de "gato" (danza tradicional del interior)

Nuestra primera gira fuera de Santiago, fue a una peña universitaria en Valparaíso, solo nos pagaban los pasajes, la alimentación y para dormir se consiguieron un hotel en Quilpué, era una vieja casona de madera, llegamos a descansar a eso de las 2 de la mañana y nos largamos a hacer rimas y a reírnos hasta muy cerca de las 5. Era mucha la felicidad de estar cantando, viajando, compartiendo amistades, descubriendo la música y con 20 años de promedio.
Recuerdo una canción de Patricio Manns:
"Ay ojos de mi cara
que me traicionan
vieron una paloma
y era una loba."

Horacio le cambiaba la letra improvisando rimas y el gordo Cifuentes se reía mucho, entonces yo canté:
"Ay ojos de mi cara
que cruel traición
vieron una paloma
y era el guatón"...
Todavía nos reímos con Lucho, ahora por correo, recordando aquella época.

A las semanas Luis Cifuentes decidió retirarse del grupo , tal vez vio que su futuro no estaba con la música ( le preguntaré para que me lo diga con sus propias palabras)

Entonces entró "El Piduco" , tocaba el bombo y tenía registro de voz grave.

Al poco tiempo nos llega una invitación a cantarle a los mineros del cobre en "La Disputada de Las Condes" a 3.600 metros de altura, lo más seguro es que alguien cobró por llevarnos y nosotros fuimos gratis sin preguntar nada.
Había que estar dos noches arriba y hacer 3 actuaciones, la primera sorpresa fue que la quena no sonaba, el Ciro, por correr sobre la nieve, quedó sin aliento y había que respirar el doble para cantar con la mitad de la voz.
Esa vez no nos reímos tanto, pero fue una gran experiencia.

En ese viaje a cantar a la mina, ya integraba el grupo Max Berrú, Max tenía 4 años más que nosotros, aportó una gran voz y una actitud amistosa de gran facilidad de palabra que enriquecía el grupo y sus contactos hacia afuera.

En los ensayos se daba una dinámica en la que crecía el nivel instrumental, vocal, de repertorio y los aportes de cada uno iban determinando una suerte de liderazgo natural.
Lo que sucedió fue que, sin proponérmelo ni pensarlo, me encontré coordinando, resolviendo y haciendo arreglos musicales para el grupo.

Yo no tenía formación académica de la teoría musical, pero siempre inventaba y descubría el modo de combinar los sonidos adornando melodías o creando la música de las introducciones instrumentales, hasta que hice los primeros arreglos para los temas solo instrumentales, lo que era muy reconocido siempre fue mi condición de guitarrista que era capaz de improvisar e interpretar canciones en solo de guitarra.

Uno de mis amigos y compañero de escuela era vecino y amigo del único guitarrista clásico que daba conciertos y grababa discos de guitarra clásica en Chile, se trataba de Eulogio Dávalos quien, además, tenía una academia de guitarra y un local de venta de instrumentos musicales.
En la próxima peña le pedí a mi amigo que lo invitara para conocerlo en persona, en realidad no pensé si a él le iría a gustar el espectáculo artístico que se brindaba.

Lo que pasó fue que asistió y quedó encantado del ambiente guitarrero, de la alegría de los universitarios, de las canciones que venían de la raíz y tenían la fuerza de la esperanza de un mundo de solidaridad, justicia y compromiso.

A la hora de nuestra presentación en esa peña, nos faltaba el principal músico, Oscar Guzmán no apareció, de modo que no habría quena ni esa voz profunda.
La quena era protagonista de pasajes fundamentales en el 80% de nuestro repertorio, entonces me correspondió tocar en guitarra, a doble cuerda, todos los compases que correspondían a la flauta de caña ausente y añorada, con la práctica guitarrera que tenía se me hizo muy fácil y la presentación salió a buen nivel.

Desde ese día nos hicimos muy amigos con Eulogio, nos contó que su padre era boliviano, que nuestro repertorio le agradaría mucho y nos invitaba a su casa.
En casa de Eulogio conocimos a sus padres y a sus hermanas, la mayor era pianista y la menor cantaba y tocaba guitarra y charango.
Nos enseñaron algunas canciones altiplánicas que enriquecían nuestro repertorio.
Para nosotros era importante ponerle nombre al conjunto y no se nos ocurría ninguno que fuera considerado bueno. Un día Gloria Dávalos, nos dijo que tenía un nombre que proponer y que no podíamos seguir sin nombre, ya se notaba que teníamos futuro, cada cual progresaba con su instrumento, la calidad de los arreglos crecía, así como también esa fuerza emotiva que contagia a los auditores cuando hay amistad verdadera en el grupo que canta.
El día en que nos reunimos en casa de Eulogio, ensayamos con uno y con dos charangos, guitarras, canto, quena y bombo, luego conversamos con Gloria y Gachi (Gracia) Dávalos, entonces Gloria, la mayor de las hermanas, nos dijo que el nombre que ella proponía era: "Los Hijos del Illimani". Nos contó que el Illimani es un volcán que se ve imponente desde La Paz, en Bolivia.
Para nosotros era muy importante que en nuestro nombre hubiera alguna relación con lo altiplánico, con la lengua quechua y en especial con Bolivia ya que la consideramos la cuna de la quena y el charango. Pero ese nombre nos pareció muy largo; entonces Jorge Coulón dijo: "Los Hijos del Illimani" eso en quechua se diría "Inti- Illimani", Gloria le corrigió: Inti es "sol", no significa "hijo", Inti - Illimani significa: "Sol del Illimani".
Ese nombre no nos pareció mal, entonces yo dije: "Inti - Illimani" suena bien, no es un nombre tan largo y podría llegar a quedarse en la gente si es que el conjunto le da prestigio con su nivel de calidad.
Estabamos los 6: Jorge, Horacio, Oscar, Ciro, Max y yo, que a esas alturas ya era el director musical del grupo. Cada uno dijo, a su modo, que el nombre Inti - Illimani, no estaba mal, tampoco era un gran nombre, solo que había que darlo a conocer.
Yo como director sentí que nadie estaba en contra y aunque a mí, tampoco me gustaba tanto, era urgente tener un nombre Por el respeto que yo inspiraba en el grupo, sentí que tenía que resolver. Si decía que no era "no" y si decía que si, nos llamaríamos "Inti- Illimani". Entonces decidí con el respaldo de todo el conjunto: "Nuestro nombre será entonces Inti - Illimani" (Sol del Illimani)
Nuestro amigo Eulogio Dávalos no estuvo presente en esa reunión, recuerdo muy bien que el primero en pronunciar el nombre "Inti Illimani" (aunque fuera por un error) fue Jorge, luego el grupo completo lo aprobó y el director musical, que era yo, dio por resuelto el tema.
Eso fue lo que pasó, después, cuando yo ya no estaba en el grupo alguien dijo que nos había "bautizado" Eulogio Dávalos, eso era falso, ...pero tal vez era útil decirlo por alguna razón explicable, pero la verdad fue otra.
Continuará....

miércoles, 27 de febrero de 2008

Nace el Inti Illimani (por Pedro Yáñez)

Pedro Yáñez en el Caupolicán. Concierto de celebración de los 40 años de Inti Illimani.

No recuerdo si el trío duró 10 o 15 días como trío, lo que sí recuerdo muy bien es que una tarde en el patio de la escuela estábamos los tres conversando de planes futuros y de pronto se nos acercaron otros tres compañeros: Jorge Coulón, Ciro Retamal y Luis Cifuentes, yo solo conocía a Jorge pero en 2 minutos ya era amigo del Ciro y del Gordo Cifuentes. No recuerdo con qué palabras nos dijeron que venían a cantar con nosotros, tal vez ni lo dijeron, la amistad y el espíritu de la peña del año anterior, nos hacía integrarnos espontáneamente en las actividades.
Lo que pasó fue que comenzamos a ensayar ahora los seis. Tres guitarras, charango, quena y bombo.
El bombo era el aporte del Centro de Alumnos de la Escuela de Técnicos Industriales.
Ese centro de alumnos era presidido por mi hermano Leonardo Yáñez y tenía un Secretario de Folklore, que era Jorge Coulón.
Gracias a esa secretaría, al mes siguiente, conseguimos un dinero para comprar el género de color amaranto con el que fueron confeccionados los seis ponchos.
Los ensayos eran de música, canto y risas, sobre todo risas. No teníamos director, cada cual aportaba lo que se le ocurría y poco a poco nos íbamos afiatando.
Ahora con el sexteto incorporamos canciones chilenas: Voy a remontar los montes, No sé que tiene esa calle, Caliche, Si somos americanos.

Fuimos a un programa de radio en donde nos entrevistaron y dejamos grabadas unas 5 canciones. A los 3 o 4 días se transmitía ese programa y nos juntamos en casa de Jorge Coulón para escucharlo muy atenta y críticamente. Faltaba una hora y siempre brotaba algún canto y la conversación alegre que era como la columna vertebral de la formación de nuestro conjunto. Cuando ya faltaban 2 minutos, Horacio dijo con la cara llena de risa: "Pongámonos los ponchos para oír el programa" y las risas duraron hasta que alguien nos hizo callar porque nos estaba anunciando el locutor.
Las conclusiones eran que íbamos progresando y ya creábamos una atmósfera muy propia, estábamos haciendo nacer un estilo nuevo e integrador.

Las mejores voces del grupo eran Oscar, de muy amplio registro podía hacer de Bajo o barítono, Jorge, de voz ya reconocida y el Ciro con un timbre de tenor muy limpio, yo cantaba solo segundas voces, el Lucho cantaba despacito y Horacio Durán... tocaba cada vez mejor el charango.

En las convivencias, el que más jugaba con las rimas era Horacio Durán, una vez yo le dije: "Tenemos que aprender a tocar el guitarrón, hay que hablar con Raúl De Ramón", él contestó: "Y si tocamos el violín hablamos con Raúl De Ramín"...¡ ja ja ja !, nos reíamos 10 minutos y desarrollábamos el juego con cada instrumento: Raúl De Ramarra, para la guitarra, de “Ramillete”, o de Rombo... (para clarinete, bombo…) etc.



Próxima publicación: "El nombre Inti Illimani" por Pedro Yáñez.

domingo, 24 de febrero de 2008

La historia de Inti Illimani (por Pedro Yáñez)

A continuación presentamos el extracto de un trabajo que Don Pedro Yánez, primer Director Musical de Inti Illimani, realizó hace casi 2 años, recordando los inicios del grupo. Saludos a todos y larga vida a Inti Illimani (http://www.inti-illimani.cl/)



Actuación en "La Disputada de Las Condes".- 1967.-Inti Illimani en su formación original (de izquierda a derecha) Ciro Retamal, Jorge Coulón, Pedro Yáñez, Luis Espinoza, Max Berrú y Horacio Durán, posterior al retiro de Luis Cifuentes y Oscar Guzmán.


"Voy a escribir, por primera vez, lo que pasó hace 38 y 39 años, cuando un grupo de estudiantes de la Escuela de Artes y Oficios (EAO) de la UTE Universidad Técnica del Estado (hoy USACH) fundamos la banda Inti Illimani.
Recuerdo como ayer cuando mi hermano Alejandro, presidente de la federación de estudiantes de la UTE, volvió a Campanario, en enero de 1966, de un viaje a B. Aires, me trajo de regalo un disco L.P. de Jorge Cafrune y me dijo: Este año vamos a fundar la Peña Universitaria y tienes que cantar en ella.
Yo tenía 19 años, había estudiado del 60 al 63 en la Escuela de Artes y Oficios en Stgo. El 64 y 65 en la Escuela Industrial de Tomé donde, por primera vez, integré un cuarteto de canto, guitarras y bombo, con repertorio del cancionero folclórico argentino. En los últimos meses del 65 hicimos un dúo con Fernando Yáñez, mi hermano menor, él aún no tocaba guitarra, tenía 15 años, en nuestra única presentación con público, cantamos: "Me gustan los estudiantes" de Violeta Parra y "Si somos americanos" de Rolando Alarcón.
Ese año (66) volveríamos a estudiar en Santiago, precisamente en la EAO y para mi, cantar en una peña era como un sueño inalcanzable.
Durante los meses de verano seguimos ensayando con Fernando y agregamos al repertorio canciones que venían en los discos de Cafrune, Los Fronterizos, Yupanqui y Los Chalchaleros.
Ya en marzo comenzaron las clases y trabajé en organizar aquella peña.
Hicimos varias reuniones hasta que un sábado de abril, llegó el día de la inauguración.
En las primeras peñas cantaron: Claudio Sapiaín, Hernán y Marcia, Cristina Fuentes, Los Nubarrones, Los Hermanos Fernando y Pedro Yáñez, Las Voces del Trumao, el Dúo de Jorge Coulón y Max Berrú, Wily Oddó, Homero Caro, Marcelo Coulón, Jaime Arredondo... luego vino "la peña chica" y corría la guitarra para quien quisiera subir a cantar.
Horacio Durán participó activamente en la organización y también cantó algunas veces en la peña chica.
Llegaban también los integrantes del Ballet folclórico de la UTE (BAFUTE) que lo dirigía Aníbal Granados. Entre los integrantes de su grupo de música estaba un músico múltiple: charanguista, guitarrista y quenista, se llamaba Oscar Guzmán, además de músico, cantor y conocedor de las danzas, era constructor de instrumentos, hacía quenas de madera al torno, construía "Chilladores", que eran del tamaño y sonoridad de un charango con forma de guitarra en miniatura; con él hicimos varios ensayos de guitarra y quena, también intentamos integrar un cuarteto de amigos en Ñuñoa que finalmente no prosperó.
Mi acercamiento a la guitarra se había producido con un disco de Atahualpa Yupanqui que compró mi hermano Leopoldo, en el verano del 62, las canciones eran: Caminito del indio, Zamba del grillo, El aromo, Luna tucumana... la guitarra de Yupanqui sonaba en un maravilloso tono dulce tristón.
En el verano de 1963 había intentado aprender, pero no logré hacerlo, me di cuenta que tenía los dedos agarrotados y que ese instrumento solo lo podría tocar un mago.
Sin tener profesor ni referente aprendí lentamente, hasta que en diciembre del 64 vi tocar a un guitarrista durante una hora, tocó "Asturias", "Romanza anónima" y otras piezas que me dejaron en otro planeta.
Con lo que había visto se aceleró mi aprendizaje y al año siguiente pasé a ser el primer guitarrista del grupo de Tomé.
Tanto Horacio como Oscar Guzmán, habían participado con el ballet folclórico de la UTE, de modo que resultó muy fácil ensayar un repertorio con aires de Bolivia y del norte argentino con canto, quena, charango y guitarra. Un día jueves nos presentamos y así comenzó el grupo, que por no tener nombre fue anunciado como "El Trío EAO" con Oscar Guzmán, Horacio Durán y Pedro Yáñez. Con ese trío fue el único tiempo en que yo daba la nota alta en el canto."


Próxima publicación : Nace el Inti Illimani, por Pedro Yáñez.

La historia de Inti Illimani

"Se debe considerar la historia, pero no ser esclavos de ella".

La oración anterior es el punta pie inicial para una serie, que a partir de hoy, comenzamos a publicar.
Comenzaremos a contar la historia de Inti Illimani, sus orígenes, fechas y hasta algunas anécdotas que nos ayudarán a comprender y a establecer el porque habemos quienes defendemos a ultranza el legado y obra de este grupo que se ha transformado, con su música, "la banda sonora" de nuestras vidas.
El considerar la historia sin aferrarse al pasado, tiene que ver con comprender el presente y avizorar con mayor perspectiva el futuro.
A partir de lo anterior se nos hace posible evolucionar, crecer y aportar más y mejor a los proyectos que adoptamos como la vida misma.
Vivir anclados, esclavos de la historia (por muy fructífera que esta haya sido) es un ejercicio casi inútil y hasta incluso contraproducente, mantener la mirada fija en el pretérito y sus fantasmas, nos imposibilita mirar el horizonte, visualizar cuan cerca o lejos se encuentran nuestras metas y en definitiva nos inmoviliza sin dejarnos avanzar hacia mejores mundos, mejores espacios, mejores vidas.

La historia de Inti Illimani es el fiel reflejo de lo anterior.
Hoy, la continuidad que le ha dado la experimentada juventud de los integrantes, que acertadamente reemplazaron a quienes en distintos momentos se alejaron del grupo, sumada a la "vieja guardia" que conserva la impronta y el influjo de la historia profunda de Inti Illimani, nos han llevado por la lógica y natural evolución musical que se espera de un grupo de la calidad y trayectoria de Inti Illimani.
Esta simbiosis es la que hoy disfrutamos y queremos seguir disfrutando. Ese complemento es el que nos asegura la continuidad y mejor que eso, la proyección que Inti Illimani se merece y que estamos seguros, sus seguidores se merecen.
Vivir anclados en el pasado, vivir como esclavos de la historia, no es más que el ejercicio previo que nos lleva sin lugar a dudas a una triste y solitaria muerte.

jueves, 21 de febrero de 2008

Viña es un Festival….

Los televisores casi revientan a partir de las 22:00 hrs.
La familia se acomoda en el mejor sitio disponible para disfrutar del espectáculo que ofrece el “primer escenario de Latinoamérica”.
Vaya panorama.
Recuerdo haber asistido, televisivamente, a un Festival con la presencia del Pato Manns, de la Negra Sosa, de Víctor Heredia, de Joan Manuel Serrat (cantando a capella para un público de verdad entregado a un artista de la A a la Z). Ese fue mi último Festival.
También recuerdo nuestras protestas en la calle Valparaíso, nuestra forma de decir que el Festival no era más que un espectáculo rompe sesos, obnubilador,
Eran años de la represión encubierta.
En la perspectiva del tiempo, ese recuerdo es casi una anécdota, como lo fue la esquizofrénica participación de “Bigote Arrocet” o aquel concursante que cantaba acompañado de una cándida marioneta. Eran otros tiempos aquellos.
Hoy el Festival sigue acaparando conciencias, voluntades, disposiciones.
Anoche, en una magnífica presentación de Inti Illimani en Maipú, Jorge Coulón hacía una graciosa analogía entre las eventuales consecuencias que tenía para una población adormecida por la fácil lectura de nuestro “festival”, comparándolo con aquella época en que el Festival de San Remo daba la oportunidad a los “amigos de lo ajeno” de aprovechar que los ojos y atención de los ciudadanos de la península estaban absortos con el espectáculo que se les entregaba, para desplumar cuanta "gallina" se les presentase.
Puede incluso dar para la risa.
Por razones obvias no me referiré a la presentación de Inti Illimani, en Febrero del 2004, antorchas de variados metales incluidos.

Sin embargo, este festival 2008 nos presenta una situación muy particular.
Para quienes vivimos concientemente los años ochenta, nos llama la atención la presencia del grupo Journey, sobre el escenario de la Quinta de la familia Vergara (que ya no es de la familia Vergara).
Journey es una agrupación que ha permanecido en el recuerdo de muchos quienes disfrutamos de la voz inconfundible de su vocalista Steve Perry.
Hace ya un año y medio que Journey no se presenta en público, justamente por el alejamiento voluntario de Perry quien por estos días se encuentra grabando un trabajo como solista.
Un año y medio y Journey se presenta hoy, en el Festival de Viña, con un nuevo vocalista.
Luego de todo lo anterior, ¿sería razonable, estimados lectores, que el señor Steve Perry al no agradarle la forma en que se presenta su ex agrupación, fundara un grupo denominado Journey Histórico, aduciendo que “Journey soy yo” o que “la actual formación no refleja la tradición del grupo” que el mismo, voluntariamente abandonó?.

Hasta ahora Steve Perry ha sido coherente, trabajando en su propio proyecto, dejando que Journey siga su camino, bien o mal, pero con la honestidad y coherencia de los hombres que se precian de tal, la misma coherencia y honestidad que esperamos, por el bien de todos, se apodere finalmente de quienes algún día optaron libremente por abandonar y dejar que siguiera su fecundo camino al Inti, el único Inti Illimani.

sábado, 16 de febrero de 2008

Ya somos 1000!!!

Este proyecto partió con la ilusión de ser una tribuna donde se diera cabida a la expresión genuina y sincera sobre la profunda admiración que nos produce el trabajo y la consecuencia de Inti-Illimani en sus 40 años de vida artística. Pensamos, modestamente, que este esfuerzo serviría para reunirnos en torno a eso, y desde ahí compartir nuestras experiencias, todo lo que Inti produce en nosotros y de qué manera podemos preservar mejor dicho legado.

Hoy hemos llegado a las 1000 visitas en casi 1 mes de funcionamiento. Queremos agradecer sus aportes, y esperamos muchos más. También queremos ir mejorando, dando espacio a sus sugerencias, comentarios, críticas, considerando siempre la razón de ser de este espacio: La defensa irrestricta del único Inti-Illimani, el que no ha parado nunca de tocar durante 40 años.

Gracias por sus visitas, comentarios y aportes. Esperamos llegar pronto a otras 1000 visitas con nuevos lectores, con mejores opiniones y sabiendo que el esfuerzo realizado es equivalente a la magnitud de la obra que Inti Illimani ha creado.

Saludos a todos, y los esperamos en este espacio!

martes, 12 de febrero de 2008

La justicia y los fallos que no fallan

La prensa nos informa, con pompa, las consecuencias que tiene para Tito Beltrán, el veredicto de un tribunal sueco, que lo condena (en primera instancia) a 2 años de prisión por violación.
Lo anterior sirve para hacer algunas reflexiones, básicamente respecto de la importancia de juicios justos, de fallos ecuánimes, informados y sobre todo que no dejen ni den lugar a especulaciones odiosas o cuestionamientos antojadizos.

También es necesario reflexionar a cerca de quienes, en este particular caso, brindaron apoyo, suscribieron cartas solidarizando con Beltrán y hoy conocido el resultado del juicio, simplemente miran para el lado y desconocen todo lo anterior. Frases como “uno nunca conoce a la gente totalmente y en el caso nuestro, tuvimos una relación de trabajo de algunas semanas, donde uno no alcanza a conocer aspectos de la vida de la gente” (frase atribuida a un conocido músico chileno que trabajó con Beltrán. Ver http://www.emol.com/noticias/cultura_espectaculos/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=284319 para refrescar la memoria).

No se cuestiona que de pronto nos podamos sorprender con actitudes y conductas escondidas y desviadas de quienes creemos conocer, lo que se cuestiona es la incapacidad de reconocer el error previo al brindar apoyo “ciegamente” y por cierto a enmendarlo, lo que está muy lejos del facilismo pusilánime de decir “yo nunca fui su amigo”, cosa que por lo demás es una forma de, soterradamente, desvincularse de algo con lo que claramente se estableció un vínculo.
Seguramente hoy Beltrán debe tener menos amigos que antes, cosa que en su lugar yo agradecería.

Pero más allá de las consecuencias y detalles menores respecto del entorno de Beltrán, la reflexión fundamental tiene que ver con la justicia.

Esa misma justicia que reclamó este país cuando era brutalmente golpeado, y que sigue reclamando. Esa misma justicia justa que esperan todos los ciudadanos honorables del mundo, esa justicia que aplica la ley y también el sentido común, que se hace cargo de la letra y el espíritu de un manuscrito, esa misma justicia a la que se apela cuando impunemente otros intentan sustraernos el fruto de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, esto último en todas sus formas.

Es la misma justicia que esperamos se produzca pronto y repare, por ejemplo, esta infame situación que permite la división y el uso ilegal de una marca, que no sólo es una marca, es un legado, un emblema, la continuidad de un hermoso y fructífero trabajo de un grupo de hombres que por 40 años le han dado vida a lo que conocemos como Inti Illimani, el único Inti Illimani.

viernes, 8 de febrero de 2008

Carta abierta a José Seves y a la banda de Horacio Salinas (históricos)

No le tengo miedo a los desmentidos, a la Fe de erratas o aclaraciones, todo lo escrito en mi entrevista con Jorge Coulon lo hablamos -sin Off the record- en la terminología referida: PLAGIO DEL NOMBRE INTI ILLIMANI POR PARTE DEL DESPACHO DE FIGUEROA & CIA; TRÁFICO DE INFLUENCIAS, PODER, AMBICIÓN DESMEDIDA y LA BAJEZA SIN ESCRÚPULOS DE CUCHO DE JUAN AGUSTÍN FIGUEROA y DEL PINOCHETISTA RICARDO CLARO.

De ninguna manera me sentí ofendido por usted, al contrario agradezco su diplomática carta.

Le respondo a continuación:

Una duda sobe correo electrónico que recibí anoche ¿No conoce a Juan Agustín Figueroa?

1.- "Rafael López, gerente general de Chilectra y Juan Agustín Figueroa, presidente de la Fundación Neruda invitan a usted a un Brindis en conmemoración del centenario del natalicio del premio Nobel de Literatura (…) La ceremonia se realizará el día sábado 24 de julio (2004) a las 19:30 hrs. en La Chascona, la casa del poeta en Santiago (…) En la ocasión, levantaremos nuestras copas por el poeta y compartiremos (con) las canciones del dúo JOSÉ SEVES & Elizabeth Morris" (¿le envío el original -en pdf- de la invitación para refrescar su memoria?)

En verdad me alegra que ahora usted se avergüence de ser cliente del despacho de Juan Agustín Figueroa. No es para menos.

2.- Voy a insistir en que Cucho Figueroa ha plagiado el nombre de Inti Illimani (H), como también ha permitido que el Hotel Neruda utilice el seudónimo de nuestro poeta, que le pertenece a la familia Reyes (hay un conflicto en tribunales que obvio asesora Figueroa & CIA). Figueroa permite que la editorial Edaf (del PP España) falsifique la Antología Popular 1972 de Neruda (en 2007 perdí ante el Consejo de Defensa del Estado y ante el Ministerio de Justicia por los casos Edaf y Cancelación de la personalidad jurídica de la Fundación Neruda, todo mediante tráfico de influencias de Cucho y sus abogángsters).

3.- El abogado Juan Agustín Figueroa es el ideólogo de la actualización de la Ley Antiterrorista contra la comunidad mapuche en 2003 ¿no es un buen argumento para que Inti Illimani (H) deje de ser cliente de su despacho?

4.- El abogado Juan Agustín Figueroa invierte todo el copyright de Neruda en Cristalerías Chile, propiedad del PINOCHETISTA Ricardo Claro. (2.3 millones de usd, sólo en 2003) ¿no es argumento suficiente para que Inti Illimani (H) deje de ser cliente del despacho Figueroa & CIA (Coddou)?

5.- Don PP Seves ¡No sea ingenuo! ¿cree que no hay tráfico de influencias en el despacho de Figueroa & CIA? "Cucho" es íntimo amigo de Ricardo Claro desde los años mozos de la U de Chile. Ricardo Claro es desde el 12 de septiembre el principal asesor de Pinochet en "Relaciones Exteriores", sin olvidar que facilitó dos barcos como centros de tortura, que trajo a Kissinger a Chile (1978), y aquí en México fue por 7 años integrante del máximo Consejo de Administración de Televisa.

Abramos el debate, déme un argumento para ser cliente del despacho Figueroa & CIA.

Por favor comunique mi queja a Horacio Durán y Horacio Salinas, estoy seguro que ellos sí entenderán quién es Figueroa y renunciarán a ser clientes de un pinochetista de la Concertación. Su socio Coddou no me interesa, es un vil títere, ¿sabe que el citado despacho Figueroa se lo robó a Sergio Insunza mientras el Ministro de Justicia de Salvador Allende vivía su exilio? ¿no le parece curioso que una vez muerta Matilde Urrutia -1985- la dictadura le otorgó a Figueroa la personalidad jurídica de la Fundación Neruda en 1986?. Son cuatro años de investigar la vida pública y privada de Figueroa si requiere antecedentes, no tengo problema en informarlo. Jamás he sido desmentido por la Fundación Neruda, ellos no han estado a la altura del debate, se limitan a reivindicar a Ricardo Claro como mecenas de la cultura chilena, Cucho dice que Neruda estaría de acuerdo con la inversión en Cristalerías Chile. En España a eso lo llamarían apología al terrorismo de Estado ¿Inti Illimani (H) tiene alguna opinión o compromisos legaloides?


Fraternalmente
Mario Casasús, desde Cuernavaca, México.
Periodista de la Agencia mapuche Azkintuwe; Rebelión.org (España) y El Clarín.cl
 
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