EUI: En 1984, Inti Illimani gana el Premio Alerce en Chile, ustedes que estaban de gira en Ecuador, discuten y deciden que debían venir a Chile a recibirlo, por tanto eres designado junto a José Seves, para viajar a Chile a recibir el premio. Ustedes formalmente piden una autorización para permanecer solo por 48 horas en Chile. ¿Puedes relatarnos que ocurrió a la llegada del avión a Pudahuel?.
M.C. : No sé si la cronología me falla, pero la discusión venía de antes. En Roma se nos planteó la posibilidad de entrar clandestinamente a Chile y en una reunión muy larga, se discutió los pro y contra. Primó la idea de entrar públicamente y no en clandestinidad. Se dio la casualidad que viajábamos a Ecuador y lo del premio Alerce, era la ocasión para probar de entrar a Chile. Como Jorge ha definido nuestro conjunto “Una Multinacional Pobre”, no teníamos plata para pagar los pasajes de todos, ni de la mitad de los integrantes, así fue como, después de mucho discutir y argumentar, decidimos que fuera José y yo los que viajaran a Chile a recibir el premio Alerce. Compramos los pasajes Quito-Santiago-B.Aires-Quito pensando que si nos expulsaban sería a Buenos Aires y así tendríamos el billete para volver, la idea era andar sin plata por si nos detenían en Chile. Esperamos más de seis horas que saliera el avión de Quito, una falla de motor produjo el atraso, nos encontramos con Roberto Bravo en el avión y esta grata casualidad fue de gran apoyo para nosotros, Roberto hacia de milico y nos interrogaba, para ver qué grado de preparación teníamos, la verdad que ninguna, como sería que teníamos hasta las agendas con las reuniones, las direcciones etc. Se podría contar muchos detalles pero trataré de relatar brevemente lo que pasó al llegar. Por el atraso, el avión no aterrizó con luz de día y lo que vimos de Santiago fue solo sus luces desde lo alto. Todo era normal hasta que se detuvo el avión, por algún momento abrigamos la esperanza de que pudiéramos entrar. Todo se derrumbó cuando la azafata, la misma que había agradecido volar con Ecuatoriana, anuncia que se deberá bajar solo por la puerta delantera, con pasaporte en la mano y los que siguen a Buenos Aires deben permanecer en el avión…igual avanzamos hacia la puerta, José, Roberto y yo, en ese orden, al llegar a la salida le quitan de inmediato el pasaporte a José y le dicen que el no puede bajar, a lo cual pidió una explicación, “ya te la vamos a dar” fue respuesta, luego pasa Roberto, que si lo dejan bajar y a mi me quitan el pasaporte, todo esto en la puerta del avión, la discusión era muy absurda, nosotros que pedíamos explicación del porque siendo Chilenos no podíamos bajar y ellos nos respondían USTEDES NO PUEDEN BAJAR” y nada más, nos dimos cuenta que el avión estaba muy lejos del terminal y rodeado de vehículos militares, comprendimos que era mejor entrar al avión donde había más gente y no estar a merced de estos canallas, tengo sus caras grabadas en mi mente, es difícil borrarlas. Luego de un buen rato y una minuciosa inspección por dentro y fuera el avión despegó. No sabíamos nada de nuestros pasaportes hasta que el avión cobró altura y la azafata muy nerviosa nos entregó los documentos y nos ofreció de inmediato algo para beber y así fue que llegamos a Argentina sin saber lo que en el aeropuerto había pasado.
EUI: En marzo de 1985, ustedes viajaban desde Ecuador y el avión hace una escala en Santiago, pero se les informa que no se puede descender, pero gracias a un colombiano que exige bajar para comprar vino chileno, finalmente se autoriza a que los pasajeros bajen. Ustedes obviamente llegan al hall de tránsito del aeropuerto, hasta dónde llegan familiares y amigos, que estaban alertados de la posibilidad de que pudieran bajar en esa escala. ¿Cómo viviste está situación de tocar tierra chilena luego de más de 11 años de exilio? Recuerdas que en esa ocasión, ya de regreso al avión para continuar viaje, te encuentras con la azafata del intento anterior de llegar a Chile ¿Te comento algo ella, acerca de lo vivido en esa ocasión?
M.C.: Es curioso, sabes muchísimos detalles, trabajabas en el aeropuerto en esa época?.
Ese año teníamos actuaciones en Quito y luego íbamos a Mendoza, sería el primer concierto cerca de Santiago, no digo Chile, por que el 82 estuvimos en Tacna. Sabíamos que haríamos el mismo vuelo que el año anterior Quito Santiago Buenos Aires Quito y haríamos escala en Santiago, solo que al llegar anuncian que solo bajan del avión los que terminan viaje en Chile y los pasajeros en tránsito deben permanecer a bordo, gran desilusión, pero escuchamos a un señor colombiano que le explicaba a la azafata que tenía un asado en Baires y que el debía llevar el vino Chileno, cuando lo autorizaron a él bajamos todos, en el bus que nos llevaba al terminal se escuchaba a los Quincheros que cantaban Ay agüita de mi tierra que corres limpia y serena….era el primer contacto con suelo chileno. En la sala de tránsito había una ventanilla, me parece que era de un centro de llamadas, por ahí se veía el otro lado, la gente, la calle, los buses, el Chile cotidiano, nos turnábamos para mirar. Así fue que pasó lo más insólito y emotivo, al otro lado veo a mi señora que había ido al aeropuerto para ver si algún pasajero me podía entregar una carta, fue increíble, se abalanzó a la ventana y nos dimos un beso en Tierra chilena…Al volver al avión nos encontramos con la azafata que nos tocó con José la vez anterior, nos relató como los trataron los militares esa vez y las amenazas que recibieron, ella estaba convencida que éramos los más crueles bandidos.
Ese año teníamos actuaciones en Quito y luego íbamos a Mendoza, sería el primer concierto cerca de Santiago, no digo Chile, por que el 82 estuvimos en Tacna. Sabíamos que haríamos el mismo vuelo que el año anterior Quito Santiago Buenos Aires Quito y haríamos escala en Santiago, solo que al llegar anuncian que solo bajan del avión los que terminan viaje en Chile y los pasajeros en tránsito deben permanecer a bordo, gran desilusión, pero escuchamos a un señor colombiano que le explicaba a la azafata que tenía un asado en Baires y que el debía llevar el vino Chileno, cuando lo autorizaron a él bajamos todos, en el bus que nos llevaba al terminal se escuchaba a los Quincheros que cantaban Ay agüita de mi tierra que corres limpia y serena….era el primer contacto con suelo chileno. En la sala de tránsito había una ventanilla, me parece que era de un centro de llamadas, por ahí se veía el otro lado, la gente, la calle, los buses, el Chile cotidiano, nos turnábamos para mirar. Así fue que pasó lo más insólito y emotivo, al otro lado veo a mi señora que había ido al aeropuerto para ver si algún pasajero me podía entregar una carta, fue increíble, se abalanzó a la ventana y nos dimos un beso en Tierra chilena…Al volver al avión nos encontramos con la azafata que nos tocó con José la vez anterior, nos relató como los trataron los militares esa vez y las amenazas que recibieron, ella estaba convencida que éramos los más crueles bandidos.
EUI: En 1986 realizan un mítico concierto en Mendoza, dónde por fin pudieron abrazar a amigos y familiares, tras largos años de exilio. Esas fueron jornadas de fiesta, con varias caravanas que llegaron desde Chile a vivir este reencuentro. ¿Qué recuerdos tienes de ese concierto?
M.C.: Los conciertos en Mendoza ocupan un lugar importante en la memoria, sin duda el primero que hicimos el 85 es el que nos marca con mayor fuerza. Fue una invasión de miles y miles de chilenos que llegaban de las diversas formas a Mendoza, el concierto fue una emoción tras otra, creo que es el recital mas largo que hemos hecho. Mendoza estaba invadido de Chilenos y los Argentinos generosos y entusiastas de este acontecimiento, extremadamente solidarios, era cómico ver por las calles caminar grupos enteros de rasgos muy parecidos, familias completas que deambulaban por Mendoza, a la hora del almuerzo , una mesa con muchos Duranes iguales, otra llena de Salinas, todos pareciods, los Coulones mas allá, los Seves etc. No se durmió nunca y compartimos la chicha y el vino que nos trajeron en plena calle hasta la hora del los Adioses. A la tremenda alegría de estar con cientos de familiares y amigos se une la dolorosa noticia que nos llegó desde Santiago, me refiero al cobarde y monstruoso degollamiento de tres maravillosas personas, de tres amigos muy queridos, Manuel Guerrero, Santiago Nattino y José Manuel Parada, lo supimos cuando dejábamos Mendoza rumbo a Buenos Aires.
Pronto la tercera parte de esta saga con el querido "ciego", Marcelo Coulón.
Pero antes publicaremos un reporte de la gira por los países escandinavos. Anton Salgari gentilmente nos informa desde Suecia.
El Unico Inti.
3 comentarios:
muchos saludos ,nací en esos tiempos difíciles ,pero era muy chica para darme cuenta de ciertas cosas ,vivíamos en illapel ,un pueblo mayoritariamente comunistas veía tranquilidad .Mi padre lo agarro el servicio en esos años y tuvo que aperrar con eso .Mi madre de familia socialista ,tuvieron que asumir el exilio obligado de unos hermanos .Crecí con dos opiniones distintas ,que nunca me han marcado ,me considero una persona social ,me gusta ayudar ,sin pensar en que se puede rescatar.La política en chile es tremendamente sucia ,creen representar al pueblo ,pero se salvan solos.Los inti representan la historia de chilenos aperrados tanto los antiguos ,como los nuevos ;porque ,para mantenerse lejos de sus familias hay que tener el cuero duro .Bueno muchos saludos y cariñosos abrazos.
Grande Marcelo! muy buena entrevista... Felicidades por blog, está buenísimo.
Mirá todo lo que tuvieron que hacer para llegar a Chile. Y bueno, eran tiempos difíciles. Me hace acordar a una anécdota que me pasó a mí hace un tiempo. Había sacado pasajes a Santiago de Chile desde Buenos Aires y le dije a mi hermana que hiciera lo mismo, pero ella lo sacó con otra compañía aerea. Yo llegué lo más bien y me comentan que ella estaba varada en Buenos Aires. Parece que le pedían muchos papeles y no tenía lo necesario para abordar. Al final me fui a buscarla. Fue todo un lío pero hoy en día nos reímos. Son las cosas que pasan, hay que organizarse bien para tener todo lo necesario cuando uno viaja. Yo siempre me hago una listita que repaso al final pero con tiempo por si me falta algo!
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