Verano, calor y tramposos

Por estos días de verano, las manifestaciones culturales (entiéndase como conciertos, festivales, teatro, etc) se hacen prolíficas, lo cual quienes de algún modo “consumimos” cultura, agradecemos.
Esta fecundidad cultural tiene varias explicaciones, algunas de ellas a veces hasta sorprendentes, como el simple olfato de algunos empresarios que gracias a su “talento” huelen el olor de los billetes y montan espectáculos sólo con el fin de aprovechar la avidez cultural de los veraneantes y así incrementar el saldo de sus cuentas corrientes, así de frío.
En este contexto, aparecen bandas y más bandas. Desde Rockeros pasando por reggetoneros y electrónicos hasta folclóricos. Buenos y malos. Todos aprovechan la temporada estival y tocan hasta agotar repertorios.
Por lo anterior, el consumidor de cultura debe tener cuidado. El “gato por liebre” se hace común y hasta aceptado. Aparecen bandas incluso usando el nombre de otras, poniéndole un apellido para “pasar piola” y hasta incluso algunas de estas bandas se amparan en triquiñuelas legales para poder, con desfachatez, usar un nombre que no les pertenece.
Puede que suene conocido, que resulte familiar esto del uso de nombres pero es así.
Debemos ser coherentes, consecuentes, actuar con rectitud.
No hay que confundirse ni confundir al resto. Inti Illimani es sólo uno. El grupo que nunca dejó de tocar, el que nunca abandonó los escenarios de Chile y el Mundo entero. El que nos regaló “A la revolución Mexicana”, “Leyenda”, “Lugares Comunes”, “Pequeño Mundo”, entre otros maravillosos discos. El que ha mantenido vigente su discurso, su legado, actualizándolo, renovándolo (en el buen sentido) y estando permanentemente en sintonía con las causas de los olvidados.
Por eso, hay que cuidarse de los cantos de sirenas, de aquellos que mañosamente usan los más variados recursos (como traer guitarristas famosos que salven sus presentaciones) para revolver el río (“a río revuelto…”).
Este verano nos regalará, seguramente, conciertos y presentaciones inolvidables. Ayudemos a que hayan muchos veranos en los que podamos disfrutar de nuestra buena música, eso si prescindiendo de quienes olvidan los principios y los valores que alguna vez abrazaron y que hoy por simple y desmedida ambición los ensucian.

Colectivo Blog "El único Inti"