Con cierta regularidad, desde los años 70 (en mi experiencia) y posiblemente desde mucho antes, han surgido voces que señalan la necesidad de que los artistas de izquierda actúen gratis cuando se trata de conciertos organizados por gente de izquierda. Siempre, incluso en los años de exilio, planteé mi desacuerdo con estas posturas y lo hago una vez más.
Los músicos profesionales de izquierda, es decir, los que viven de la música, están permanentemente en situación económica precaria. Cuesta mucho financiar a un grupo de artistas con sus familias y a las personas que colaboran con ellos en forma permanente (manager, secretaria(s), etc.) u ocasional (sonidista, iluminador, asistentes de escenario, transportistas de instrumentos, etc.). A esto hay que sumar el costo de un local donde ensayar, guardar los instrumentos, etc., los costos de pasajes en avión, donde el transporte de los instrumentos sale carísimo, pago de hoteles, transporte y alimentación durante una gira, etc. Lo normal es que un conjunto tenga que acudir a préstamos bancarios para sortear estas dificultades financieras y deba pagar intereses en forma permanente.
Por razones que permanecen, para mí, en el misterio, hay personas que piensan que los conjuntos musicales de izquierda poseen enormes recursos y sus integrantes se pagan grandes sueldos. Nada más lejano a la realidad.
Hay que considerar que, cuando un conjunto decide hacer un concierto 'gratuito', es decir, uno donde los músicos no recibirán NADA, esos mismos músicos tienen que pagar de su bolsillo, al menos, los costos de transporte de instrumentos, iluminista, sonidista y auxiliares de escenario.
Y esto deben hacerlo de sus magros sueldos, por lo general, MUY inferiores a los de un profesional que trabaja en otros ámbitos. No es raro que un integrante de un grupo musical de izquierda (que por ello no tiene acceso a la TV ni a otras instancias masivas) gane entre 1/5 y 1/10 del sueldo de un ingeniero que trabaja en la industria con los mismos años de experiencia.
Por ello, el concepto del 'concierto gratuito' me parece abusivo, basado en mitos y prejuicios y surgido al margen de una reflexión realista y madura, en otras palabras, es una suerte de fantasía infantil.
Por cierto, hay músicos que no viven de la música, sino que tienen otros empleos de jornada completa o son dueños de empresas, etc. y, posiblemente, tengan ingresos mayores que les permitan actuar gratuitamente de tanto en tanto, pero no es el caso de todos, sino de muy pocos.
También ha habido circunstancias excepcionales, como las surgidas en los años que siguieron al golpe (años 73-79, aproximadamente) que fueron de vacas gordas y de grandes ingresos para grupos como Inti-Illimani y Quilapayún, debido a la ola de solidaridad con Chile que se desató en gran parte del mundo, pero esa edad de oro se acabó hace treinta años y no ha vuelto ni volverá.
Por esta razón, llamo a una reflexión madura respecto de este punto, de manera de entender el complejo y difícil mundo financiero que enfrentan nuestros artistas, a quienes agradezco su paciencia y estoicismo ante los comentarios, críticas y exigencias de personas que ignoran esa realidad. No olvidemos que nuestros artistas también tienen derechos, tales como el de poder alimentar a sus familias.
Los músicos profesionales de izquierda, es decir, los que viven de la música, están permanentemente en situación económica precaria. Cuesta mucho financiar a un grupo de artistas con sus familias y a las personas que colaboran con ellos en forma permanente (manager, secretaria(s), etc.) u ocasional (sonidista, iluminador, asistentes de escenario, transportistas de instrumentos, etc.). A esto hay que sumar el costo de un local donde ensayar, guardar los instrumentos, etc., los costos de pasajes en avión, donde el transporte de los instrumentos sale carísimo, pago de hoteles, transporte y alimentación durante una gira, etc. Lo normal es que un conjunto tenga que acudir a préstamos bancarios para sortear estas dificultades financieras y deba pagar intereses en forma permanente.
Por razones que permanecen, para mí, en el misterio, hay personas que piensan que los conjuntos musicales de izquierda poseen enormes recursos y sus integrantes se pagan grandes sueldos. Nada más lejano a la realidad.
Hay que considerar que, cuando un conjunto decide hacer un concierto 'gratuito', es decir, uno donde los músicos no recibirán NADA, esos mismos músicos tienen que pagar de su bolsillo, al menos, los costos de transporte de instrumentos, iluminista, sonidista y auxiliares de escenario.
Y esto deben hacerlo de sus magros sueldos, por lo general, MUY inferiores a los de un profesional que trabaja en otros ámbitos. No es raro que un integrante de un grupo musical de izquierda (que por ello no tiene acceso a la TV ni a otras instancias masivas) gane entre 1/5 y 1/10 del sueldo de un ingeniero que trabaja en la industria con los mismos años de experiencia.
Por ello, el concepto del 'concierto gratuito' me parece abusivo, basado en mitos y prejuicios y surgido al margen de una reflexión realista y madura, en otras palabras, es una suerte de fantasía infantil.
Por cierto, hay músicos que no viven de la música, sino que tienen otros empleos de jornada completa o son dueños de empresas, etc. y, posiblemente, tengan ingresos mayores que les permitan actuar gratuitamente de tanto en tanto, pero no es el caso de todos, sino de muy pocos.
También ha habido circunstancias excepcionales, como las surgidas en los años que siguieron al golpe (años 73-79, aproximadamente) que fueron de vacas gordas y de grandes ingresos para grupos como Inti-Illimani y Quilapayún, debido a la ola de solidaridad con Chile que se desató en gran parte del mundo, pero esa edad de oro se acabó hace treinta años y no ha vuelto ni volverá.
Por esta razón, llamo a una reflexión madura respecto de este punto, de manera de entender el complejo y difícil mundo financiero que enfrentan nuestros artistas, a quienes agradezco su paciencia y estoicismo ante los comentarios, críticas y exigencias de personas que ignoran esa realidad. No olvidemos que nuestros artistas también tienen derechos, tales como el de poder alimentar a sus familias.
Version in english.
Free Concerts?
Usually and since the 70´s and probably before, in my own experience, there has been voices telling and showing as some kind of need, that the left-wing artists (artistas de Izquierda) must perform for free in Concerts organized by people from the left-wing. I have always disagreed with that, even during the exile and specially now.
Professional musicians from the left-wing, I mean, every those whose music pays their rents, they are always in a precarious economic situation. It takes a lot to finance a group of bands and their families and the people that work with them the whole time (manager, secretaries, etc.) and ocassionally (soundman, lighting, stage assistants, transporter of Tools, etc.). Besides the cost of a place to practice, a place to keep the intruments, the cost of the travels by plane, by bus or whatever, the cost of the hotels, transportation and food, all of this is so very expensive. Usually the bands ask for credits in Banks to solve this problem and they have to pay over credits most of the times.
I have no idea why some people think that musical bands of the left-wing have huge resources and even more, they think that they make lots of money doing this. The truth can not be more distant.
There is a thing to be considered: when a band decides to make a free concert, I mean, a concert were musician are NOT getting paid and even more they have to pay for their own transportation of instruments, lightning, soundman and stage assistant.And this payment comes from their poor salaries, wich are always lower than a professional who develops in other areas. It’s not that weird that a left-wing musician (and because of this is why they don´t have access to mass media) makes 1/5 and 1/10 of the total salary of an engineer with the very same years of experience but working for the Industry.
This is why I think the concept of “Free Concerts” is abusive, based on myths and prejudices and it comes from an immature and surreal reflection, in other words sort of a child fantasy.
Professional musicians from the left-wing, I mean, every those whose music pays their rents, they are always in a precarious economic situation. It takes a lot to finance a group of bands and their families and the people that work with them the whole time (manager, secretaries, etc.) and ocassionally (soundman, lighting, stage assistants, transporter of Tools, etc.). Besides the cost of a place to practice, a place to keep the intruments, the cost of the travels by plane, by bus or whatever, the cost of the hotels, transportation and food, all of this is so very expensive. Usually the bands ask for credits in Banks to solve this problem and they have to pay over credits most of the times.
I have no idea why some people think that musical bands of the left-wing have huge resources and even more, they think that they make lots of money doing this. The truth can not be more distant.
There is a thing to be considered: when a band decides to make a free concert, I mean, a concert were musician are NOT getting paid and even more they have to pay for their own transportation of instruments, lightning, soundman and stage assistant.And this payment comes from their poor salaries, wich are always lower than a professional who develops in other areas. It’s not that weird that a left-wing musician (and because of this is why they don´t have access to mass media) makes 1/5 and 1/10 of the total salary of an engineer with the very same years of experience but working for the Industry.
This is why I think the concept of “Free Concerts” is abusive, based on myths and prejudices and it comes from an immature and surreal reflection, in other words sort of a child fantasy.
By the way, there are musicians who don’t live on the music, but they have other full-time jobs or even own their own companies, etc. and because of that, their incomes are bigger and allowing them to play for free from time to time, but that's not everybody's case, but just a few.
There are also extraordinary circumtances, as we saw during the years after the military coup (between 1973 and 1979) where Inti-Illimani and Quilapayún were in the Golden years because of the solidarity with the Chilean cause from all over the World. But that Golden time has gone thirty years ago and it has not come back and it will not come back. This is why I make a mature reflection about this, to try to understand the complex and difficult financial World of our artists, to whom I thank their pattience and stoicism over the comments and criticism of people that ignores the reality. We can not forget that artists has Rights, and one of those is to be able to feed their families.
There are also extraordinary circumtances, as we saw during the years after the military coup (between 1973 and 1979) where Inti-Illimani and Quilapayún were in the Golden years because of the solidarity with the Chilean cause from all over the World. But that Golden time has gone thirty years ago and it has not come back and it will not come back. This is why I make a mature reflection about this, to try to understand the complex and difficult financial World of our artists, to whom I thank their pattience and stoicism over the comments and criticism of people that ignores the reality. We can not forget that artists has Rights, and one of those is to be able to feed their families.
Luis Cifuentes S.
Luis Cifuentes nos hace llegar este interesante artículo de su autoría.
Da cuenta de su visión y experiencia respecto de una realidad ineludible y que dice relación con la forma en que nuestros artistas se sustentan económicamente.
Este interesante artículo nos llama a la reflexión.
Somos justamente nosotros, los seguidores, quienes debemos entender que la relación con nuestros artistas es una relación de compromiso y de mutua contribución.
A partir de como entendemos esta realidad es que asumimos nuestra postura.
Imposible es no detenerse en el caso de Inti-Illimani. Ocho músicos, el equipo que los acompaña y sus familias es lo primero que nos surge constatar.
También por eso es que defendemos al único Inti, por que han sido coherentes, resistiendo 42 años, sin renunciar, si vacilar, sin años sabáticos de mentira, sin mentira.
Inti-Illimani nos motiva a partir de su ejemplo.
Y nuevamente somos claros: los ex-integrantes (que hoy usan la marca agregándole un apellido pequeño, para que casi no se note), que renunciaron voluntariamente, además de dar un triste espectáculo sobre el escenario, amparados en la nostalgia, en lo que alguna vez fueron, hoy profitan y sacan provecho de lo que otros han mantenido en pié, del trabajo ajeno, del pundonor, de la coherencia y sobre todo de la impronta que tiene Inti-Illimani, el único Inti.
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