2010, año del bicentenario de Chile.
Lo anterior no representa, a esta altura, ninguna novedad. Se nos vienen actos, celebraciones, festejos, fiestas, conciertos, homenajes, etc, etc, etc, que tendrán como legítima excusa el cumpleaños 200 de nuestro país.
Como siempre el verano es terreno fértil para que muchas bandas y solistas itineren de norte a sur y de sur a norte, buscando cuanto escenario les sea posible pisar y de alguna manera comenzar a "parar" el año que, como sabemos, para un músico (o artista "en serio") es una verdadera aventura, sobre todo cuando se trata de jóvenes incipientes sin un "nombre" dentro de la escena musical del país.
Mejor suerte tienen aquellos que con algún "representante" o "contacto" pueden mirar el calendario con cierto relajo, presentarse alegres en festivales estivales y desde luego en los conciertos masivos organizados por bebidas "cola" o alguna marca de cerveza.
Para Inti-Illimani, y ya lo hemos dicho, el panorama no difiere mucho de quienes deben trabajar duro para que las presentaciones conjuguen idealmente precios accesibles con algún márgen o en el peor de los casos no deje deudas.
Pero este año será distinto, muy distinto.
Es muy probable que la "pelea" por aparecer en los actos del ya trajinado bicentenario sea aún más feroz. Es probable, muy probable que los agentes, representantes, productores, articulen de mejor (¿mejor?) manera sus contactos, a todo nivel, para así subir al escenario al quienes manejan.
Este año será de cambios, no nos cabe ninguna duda.
Si las elecciones las gana la derecha, habrá que afirmarse, apretar los dientes y quien sabe que otra cosa.
Si las elecciones las gana Frei, se nos abre una tarea inmensa. La izquierda (la de verdad) deberá asumir de una buena vez una actitud a la altura, ser propositiva, influyente, convincente y sobre todo, coherente.
Con o sin Frei, la izquierda debe estar presente. Ya se venció a la exclusión, ahora es tiempo de contruir, de revolucionar el ambiente con unidad, integración y con propuestas con verdadero contenido de igualdad, justicia y libertad.
Para Inti-Illimani este año también será crucial.
Deberemos estar atentos quienes entendemos, somos concientes de la situación legal por la que pasa el grupo.
Desde ya, debemos ser claros. Nuestra postura, a veces incomprendida e incluso vilipendiada y que siempre ha sido fundamentalmente la defensa del legado y futuro de Inti-Illimani, surge de lo que sabemos es el riesgo que ese legado y sobre todo ese futuro corre desde el año 2004 con la aparición del grupo de ex-integrantes y su manejador Alfredo Troncoso (dueño de Macondo producciones y con un extenso prontuario en el poder judicial por estafas reiteradas a sus representados).
La sociedad limitada, conformada por Max Berrú, Jorge Coulón, Marcelo Coulón, Horacio Durán, Horacio Salinas y José Seves y que es dueña de los "bienes" asociados a Inti-Illimani llega pronto a su término y de no existir acuerdo para continuar, se deberán liquidar estos bienes (remates de por medio) en los que se incluye la marca, hoy dada en arriendo al mismo grupo que nunca ha dejado de tocar.
Lastimosamente, la postura de los ex-integrantes hasta ahora ha sido al menos la desidia. Aparentemente no les interesa reresolver la situación y prefieren arriesgar lo que tanto sudor y lágrimas (de ellos mismos incluso) ha costado.
Ya nos hemos preguntado aquí mismo que los motiva, que los incentiva a mantener esta triste situación, estando en sus manos resolverla, y ahora nuevamente nos surge la misma idea: ¿qué hace que los ex-integrantes del grupo quieran mantener esta situación y aún peor, llevarla al riesgo de un remate? ¿tendrá algo que ver con que justamente los abogados que representan legalmente a los ex-integrantes tengan una más que estrecha relación con el siniestro Juan Agustín Figueroa, amigo íntimo del fallecido Ricardo Claro y cercano a los intereses de otro "personaje", Fernando Flores (para que seguir ¿no?)? ¿habrán intereses creados de algún "particular" para llevar al grupo a esta situación?.
Todos lo sabemos, Inti-Illimani es más que una institución como dijo alguien por ahí. Inti-Illimani es una historia de música, amor, sacrificio, penas, trabajo, viajes, poesía, amigos, lucha y sobre todo principios.
Para ser un Inti no basta ser buen músico, hay que entender toda esta historia y ser consecuente con ella, ser observador y practicante de esos principios que entre otras cosas, han permitido que muchos en todo el mundo hayan disfrutado de la música del grupo ininterrumpidamente ya por más de 42 años.
Es por todo esto, aún cuando algunos no comprendan, por que rechazamos al grupo de los ex-integrantes, a su manager y a todo su entorno.
Es por todo esto, aún cuando algunos no comprendan, por que insistimos casi majaderamente en la existencia de un Único Inti-Illimani, el de 42 años de trayectoria ininterrumpida, el que ha preservado el legado todos estos años, incluso ante el alejamiento de grandes músicos y por sobre todo, el grupo que estamos ciertos asegura un futuro de coherencia, consecuencia y apego a los principios. Conocemos a los Intis y sabemos con certeza hacia donde apuntan sus objetivos.
Como revista digital, como conocedores de lo que pasa con Inti-Illimani, pero sobre todo por ser seguidores "históricos" hace ya casi 30 años, es que estaremos pendientes, atentos y más alertas que nunca ante lo que pueda ocurrir y que arriesgue lo que tanto queremos y queremos seguir disfrutando y no es más que la música, la poesía y la coherencia de Inti-Illimani, el Único Inti.
Por ahora, mientras los Intis están de vacaciones, mientra se termina de fabricar el Nuevo Disco, los invitamos a votar 3 veces al día por la participación de Coulón, Pascuala y la tripulación (músicos de Inti-Illimani) representando a Víctor Jara en el Festival del Huaso de Olmué en su edición especial por el (de nuevo) Bicentenario.