No sólo lo creemos importante, es fundamental.
Recordar el pasado es un ejercicio que, liberado del lastre de la nostalgia, nos da lecciones y nos ayuda a que el presente (y en alguna medida el futuro) tenga los reparos, reivindicaciones y acciones necesarias para no repetir errores y enmendar los cometidos.
Los actos que buscan conmemorar y mantener vivo el recuerdo de quienes perdieron la vida en manos de la odiosa dictadura, no son un ejercicio inútil, por el contrario, nos invitan, nos muestran el camino en que al menos en este caso podamos dejar el inmovilismo, la palabra bonita, la frase para "el bronce".
Más de un millar de personas marcharon el sábado 29 desde la Plaza Italia hasta la Plaza de la Ciudadanía en el corazón de Santiago.
Un acto cargado de emociones, de compromiso y de coherencia, pero sobre todo, de una irreductible manifestación que una vez más exige saber dónde están nuestros desaparecidos, exige justicia.
En este acto, una vez más junto a las causas nobles, estuvo el Inti, el de siempre, Inti-Illimani, el único Inti.
(fotos: gentileza de La UTE vive)
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