Se ha hecho ya una costumbre esto de conocer más cabalmente que piensan, que sienten, que opinan los integrantes de Inti-Illimani.
Esta vez es el turno del último Inti en integrarse al grupo, el querido César Jara.
Aquí descubrimos sus orígenes, sus motivaciones y al igual que nuestros anteriores entrevistados, nos da su parecer respecto del futuro de Inti-Illimani, el único Inti.
Gracias César.
A continuación, la primera parte de la entrevista.
EUI : ¿Cómo es César Jara? ¿Que recuerdos tienes de tu infancia en Paillaco?
C.J.: Nací, me crié y viví hasta los 18 años en Paillaco, de manera que todo lo mío tiene que ver con el sur. Recuerdo una infancia sumamente normal y tranquila, siempre con una familia muy unida. Mi madre tiene 10 hermanos y todos se juntaban en el campo de mi abuelo camino a La Unión, yo especialmente me pasaba ahí sagrado todas las vacaciones de invierno y verano, ese lugar no tenía principalmente dos cosas: ni luz eléctrica, ni manera de aburrirse. Yo era el mayor de los primos así que era el encargado de inventar los desastres y de pasadita, recibir los castigos. Todos los recuerdos de infancia tiene que ver con mucha de esa libertad entretenida, con mucha lluvia, con trabajo en verano, por que “a la cosecha todos lo cabros chicos…”
Ya después más grande, empecé con la música y tuve más amigos en Paillaco, en el liceo donde estudié (el único en el pueblo), y cuando mi abuelo me insinuó que me quedara a trabajar el campo, rápidamente entendí que me gustaba estudiar. De hecho tuve un sólo rojo en toda la enseñanza media, en educación física, lo que demuestra que además de ser aplicado y buen alumno, siempre fui malo para los deportes.
Es difícil, creo, imaginar para alguien que nace en una cuidad como Santiago, la vida en un pueblo tan chico como Paillaco, donde realmente todos se conocen, todos se saludan, donde la gente no se sabe el nombre de las calles sino que dice “allá donde vive el hijo del viejito tanto…”. Ahora…, no quiero idealizar, también tiene otras cosas…, probablemente en estos 10 años que llevo viviendo fuera, también haya cambiado mucho, pero así lo recuerdo…
EUI : ¿Cómo se vive la realidad de vivir en el sur y experimentar el aislamiento de la capital?
C.J.: Ahí esta la otra parte, mientras viví allá me daba lo mismo, de hecho está esa especie de orgullo sureño, pero cuando salí fue difícil, en mi caso yo no conocía Santiago antes de venir a estudiar, y sufrí todo el mal del provinciano, el “huasismo” que le llaman. Me vine a los 18 años a estudiar guitarra al Conservatorio de la Universidad de Chile, llegué a vivir donde una tía de mi Papá que apenas conocía y en Puente Alto. Llegué sin conocer ni una calle, así que “hice de tripas corazón” como dice Lucho Gálvez y aprendí rápidamente no sólo a moverme en la capital, sino que a interactuar, aprender los códigos de hacer nuevos amigos a los cuales tienes que adaptarte tú, aprendí de las distancias infinitas, en fin…siempre fue una posibilidad importante para mi, quedarme estudiando en Valdivia, pero unos años antes de salir de la enseñanza media, cerraron todas las pedagogías en la Universidad Austral, entonces me decidí por Santiago. Sin embargo, cada vez que podía, cada feriado, vacaciones, paros o simplemente períodos de introspección, volvía a mi casa al sur, hasta el día de hoy.
EUI : ¿En qué contexto surgen tus primeros acercamientos con el mundo de la música? ¿Quien te enseña a tocar guitarra?
C.J.: La música, y la guitarra principalmente, siempre estuvieron en mi casa. Mi padre tocaba guitarra y siempre cantaba y participaba en peñas. Lo curioso es la relación que yo tenía con eso, recuerdo que como a los ocho años me comenzó a interesar la guitarra, pero buscaba los momentos que mi papá no estuviera para tomarla, nunca le pedí que me enseñara, me daba como vergüenza, no se… de hecho hacía unos dibujos raros donde anotaba la posición de los dedos cuando él tocaba y después lo copiaba yo. Pasado un tiempo mi padre se dio cuenta que sabía algunos acordes y medianamente sabía tocar, así que me enseñó y tuvimos una relación súper bonita. Yo estaba alucinado porque tocábamos juntos en distintas partes, lo acompañaba con rasgueos y él hacía las melodías; sin embargo fue mi mamá la que un día me preguntó si quería estudia en una escuela de música en Valdivia que ella había escuchado, llamada Juan Sebastián Bach y que, por cierto, era accesible económicamente. Yo lógicamente acepté feliz y comencé a viajar a los 12 años a Valdivia, dos veces por semana para estudiar guitarra, lectura musical y armonía.
EUI : ¿Qué música se escucha en tu casa? ¿Escuchan todos lo mismo o conviven diferentes estilos?
C.J.: En la casa básicamente se escuchaba de todo, pero en el campo naturalmente se escuchaba mucho folclor y eso me influyó. Como a los 9 años ingresé a un grupo folclórico y después de pasar por un frustrante y desastroso tiempo en el cuerpo de baile infantil, me dejaron participar en la parte musical, de hecho estaban montando un cuadro con danzas del norte y a mi con un amigo, que ya tocábamos algo de guitarra, nos pasaron una quena y un charango. Eso fue lo más entretenido para nosotros, después aprendimos a tocar zampoña entre los dos, pero la verdad no sabíamos ni como tenía que sonar. Por ahí llego un cassette de Illapu y uno del Inti-Illimani, esa fue la revelación, ya que en mi casa no había música andina o latinoamericana. Recuerdo que como los 13 años fui a un concierto de Inti-Illimani en La Unión y empezaron con Danza, ¡eso fue ya lo máximo!, de hecho llegamos con mi amigo derechito a formar nuestro primer grupo, no me acuerdo ni como se llamaba o si tuvo nombre. De ahí en adelante tuve el monopolio de la música en la casa.
EUI : Decides estudiar pedagogía. ¿Qué motivaciones surgen para pensar en dedicar tu vida a la enseñanza?
C.J.: Siempre lo pensé antes de que cerraran la carrera en Valdivia, luego decidí estudiar guitarra clásica y me vine a Santiago, pero pasado algunos años mi di cuenta que la carrera de guitarrista, aparte de ser sumamente difícil como disciplina y como carrera en el medio chileno, no satisfacía mi interés por la música popular; de hecho ya estaba participando en varios grupos en Santiago. Entonces pensé en estudiar Composición en la Escuela Moderna o en la Escuela de la SCD, pero en ese momento estas escuelas eran demasiado caras para mí, así que postule a Pedagogía y de hecho me dieron una Beca del Ministerio de Educación, de manera que estudié gratis. Ahora, Pedagogía naturalmente porque me gusta enseñar y siempre tuve el rollo de la importancia de la educación y la convicción de que para que la cosa mejore es necesario tener buenos profesores. Y finalmente para ser sincero, está el ingrediente de que objetivamente la mayoría de los músicos hacen clases en alguna parte, ya que en el medio chileno es demasiado difícil vivir sólo de la música y en ese momento yo no podía pensar que mi suerte fuera a ser distinta.
EUI : Estudias en el ex-pedagógico, lugar emblemático en la vida política y social de nuestro país, sobre todo de los futuros profesores de Chile. ¿Cómo se vive el contraste entre la tranquilidad de tu pueblo natal y el apasionante vértigo de la convivencia entre diferentes visiones políticas y culturales que se experimenta en la UMCE?
C.J.: Cuando entré al Peda, ya llevaba tres años en Santiago y vivía con un grupo de amigos del sur, todos estudiantes de música, de manera que ya había generado suficientes anticuerpos frente a la vorágine capitalina.
El tiempo que estudié en el Pedagógico fue sumamente importante, ya que aunque tuve y sigo teniendo serias diferencias con la universidad en términos de exigencia y calidad de la docencia, (entre otras cosas), ahí se vive un real espíritu de universidad, de participación, de diversidad. Convive una asombrosa cantidad de gente distinta, de manera que hice muchos buenos amigos, me involucré mucho más profundamente con la realidad e importancia de la educación y aprendí, no sé si tanta música, pero sí mucho de esa convivencia.
EUI : Durante tus estudios, ¿Vislumbras la posibilidad de vivir de la música, tocando en algún grupo? ¿Surgen inquietudes con compañeros de curso?
C.J.: En es tiempo tenía dos grupos fuera de la universidad, uno con amigos del sur, con los cuales compartíamos casa y otro que se llamaba Santa Mentira, que era un proyecto musical súper entretenido y original, además que había gente realmente talentosa ahí, pero siempre conversábamos y no lográbamos resolver lo malos que éramos para vender nuestra música, ensayábamos mucho y tocábamos poquísimo, así que de vivir de las música ni hablar. Pero en ese tiempo conocí a un personaje fundamental para mi, Juan Antonio Sánchez, el “chicoria”, maestro guitarrista, escuché un disco de él y quedé rallado, así que apenas me cayó una platita del cielo, fui a tomar clases particulares de guitarra y composición con él. Nos hicimos amigos y me ayudó muchísimo a darme cuenta que ser músico tiene que ver también con convencerse de hacer, y por cierto, vivir de la música. Me abrió muchos espacios, conocí gente, me dio varias pegas, en fin, gracias a él logré como entrar un poquito en el medio o el circulo de músicos.
Pronto la segunda parte de esta interesante entrevista.
¡¡¡ACLARACION!!!
Este Domingo 15 de Junio los integrantes de Inti-Illimani estarán descansando en sus respectivas casas o en el lugar que hayan escogido ese día.
Por ningún motivo será posible encontrar a algún miembro de Inti-Illimani en las inmediaciones del barrio Matta, específicamente cerca del teatro Caupolicán.
Inti Illimani NO toca el Domingo 15 de Junio.
El Unico Inti.
7 comentarios:
Bien corta la primera parte jajaja. Va bien encaminado este blog. Gusta bastante diría yo. Es bastante amable y cálido, no sé.
Un saludo y nos estamos viendo.
Hola,Cesar se ve super tierno y simpatico,cuando estuvieron e purranque,estuve junto a su hermana,ella le mostraba carteles y el le mandaba besos y sonreía mucho .Muy orgullosa se ve su familia,por lo que el ha podido lograr.Esperando que lleguen al sur para poder verlos de mas cerca y escuchar sus maravillosas voces me despido chauu,chauu.
¡Felicitaciones! Muy buena la entrevista a César... Saludos y éxito
Sí, algo corta la primera parte... pero muy agradable!!!
Pasé un buen (y corto) rato leyendo la entrevista.
Insisto, muy agradable!
chuta, perdonen rejufianos!!! xD
Soy la Caru.
Ehi! Basta de Boicot!
¿Como que no tocó Inti en el Caupolican?
¿Y quien fue?
Que mala actitud....
Jajajajaja.
(ojalá se perciba la ironía)
Bueno señor, escribo también para informar sobre una reciente actualización del blog.
muy buena la entrevista aunque algo corta eso si la primera parate, solo una duda ese rojo en Ed.Fisica fue con el profe Raul Carrasco?
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